India es una llena de contrastes, abarcando una variedad de ecosistemas muy diversos.
Incluye bosques tropicales húmedos y secos, bosques templados y subtropicales, regiones alpinas y manglares. Reconocida como uno de los 17 países "megadiversos", India alberga alrededor del 8% de la flora y fauna mundial, incluidas especies como los increíbles tigres de Bengala.
Con una población cercana a los 2.000 millones, India cuenta con la mayor población del planeta.
Además, los bosques de la India sustentan los medios de vida de casi 275 millones de personas. Las prácticas de agrosilvicultura sostenible permiten a innumerables comunidades disfrutar de los beneficios ambientales de los árboles, junto con el valor económico de la agricultura a pequeña escala, logrando un impacto duradero y significativo.
IMPACTO:
Nuestro trabajo en la India se enfoca principalmente en la plantación de árboles frutales. Nuestros increíbles socios están colaborando con comunidades locales en doce estados del país para plantar estos árboles, combatiendo el hambre, mejorando las economías locales y luchando contra el cambio climático. Su apoyo nos permitirá marcar una gran diferencia. Cada árbol frutal que plantemos generará al menos 10 dólares estadounidenses en alimentos y nutrición cada año, con un valor acumulado de 5 millones de dólares durante los próximos 50 a 60 años. Aunque los beneficios socioeconómicos de este esfuerzo son indiscutibles, también hay numerosos beneficios ecológicos. La India tiene una de las peores calidades de aire del mundo, lo que supone un enorme riesgo para la salud humana. Los árboles, al filtrar el aire, atrapan contaminantes y proporcionan miles de libras de oxígeno respirable a lo largo de su vida.
ESPECIES DE ÁRBOLES QUE PLANTAMOS
Las especies que estamos plantando actualmente en toda la India incluyen árboles frutales como albaricoque, mango, plátano, guayaba, yaca, limón, moringa, papaya, pera, melocotón, granada y muchos más. La moringa, la papaya y el plátano crecen rápidamente, proporcionando alimento y fruta dentro de los 8 a 10 meses posteriores a la siembra. Especies como el limón, la guayaba, el albaricoque, la pera, el melocotón y la azufaifa producen frutos en un plazo de tres años, pero en última instancia proporcionarán un suministro constante de alimentos e ingresos a los pequeños agricultores a largo plazo.
