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Las estufas de pellets han pasado en poco tiempo de ser unas desconocidas a estar entre las más demandadas, especialmente por aquellas personas que buscan una forma de climatización más ecológica y más eficiente. Te invitamos a descubrir todos los secretos de una forma de climatización que estamos seguros de que pronto querrás tener en casa.
Estufa insertable de pellets de gran autonomía.
...Estufa insertable de pellets de gran rendimiento.
...Para que las estufas de pellets funcionen adecuadamente, y se pueda climatizar la vivienda con el mínimo coste posible, es necesario que el combustible que se utiliza sea de calidad. Para eso debe cumplir con las normas europeas de calidad y contar con los certificados DIN+ o EN A1+.
El exterior debe ser brillante y liso, siendo las piezas de una longitud uniforme. La madera debe estar bien compactada, de forma que no se deshaga con un ligero contacto. Cuanto menos consistente sea el pellet más serrín soltará y por tanto habrá que limpiar la estufa más a menudo.
Una buena forma de saber si el pellet es 100 % natural o si se le ha añadido un aglutinante es poner una pieza en agua. Si se hunde tiene la densidad correcta. Si pasados cinco minutos en el agua el producto no se deshace, esto es síntoma de que lleva cola o algún aglutinante y por tanto será menos ecológico y producirá más humo durante la combustión.El funcionamiento es básicamente el mismo en todos los modelos que podemos encontrar en el mercado. Hay que alimentar la estufa con los pellets (los depósitos suelen ser bastante grandes) y una vez que se pone en funcionamiento el aparato un tornillo sinfin se encarga de alimentar el fuego con el combustible necesario.
La combustión de la biomasa genera un calor que se traslada a la estancia a través del sistema de ventilación, mientras que el humo se expulsa al exterior a través del tubo destinado a tal fin. La mayoría de los modelos actuales son programables y gracias al sistema de termostato permiten controlar más fácilmente la temperatura de la estancia.
No todas las estufas de pellets son iguales. Hay tres modelos que son los más utilizados. Cada uno de ellos es capaz de satisfacer unas necesidades de climatización diferentes. La estufa de aire es la más eficiente y también la más ecológica.
Tiene la ventaja añadida de que, además de con pellets, también se puede alimentar con otras formas de biomasa como los huesos de aceituna o las cáscaras trituradas. Incorpora una turbina que permite regular la intensidad del calor que expulsa. Esto, junto con el termostato programable, permite un control absoluto sobre la temperatura que hay en la estancia en cada momento. Además, su aprovechamiento energético es uno de los más altos que existe, del 80 %.
ESTUFASLa estufa canalizable tiene un funcionamiento similar a la anterior. La principal diferencia es que, gracias al sistema de canalización, no solo calienta la estancia en la que está, sino también la contigua. No obstante, hay que tener en cuenta que para que la canalización sea posible la instalación resulta algo más compleja.
La última clase es la termoestufa. Su principal característica es que no solo calienta la estancia en la que está instalada, sino que se puede conectar al circuito de radiadores de agua y aportar así calor a toda la casa.
Uno de los pocos inconvenientes de las estufas de pellets es que no se pueden usar en todo tipo de viviendas. Se trata de un sistema de combustión, por lo que siempre debe existir una salida de humos hacia el exterior.
La salida de humos se encuentra en la parte posterior de la estufa y se conecta con el sistema de canalización de humos a través de una tubería que puede ser de acero vitrificado o de acero inoxidable. Aunque la conexión no es difícil de llevar a cabo, te aconsejamos que pongas la estufa lo más cerca posible de la salida de humos para facilitar la instalación.
ESTUFASTambién se debe instalar en la parte trasera del aparato una «T» que servirá para limpiar los conductos de evacuación y evitar que se obstruyan. Otro aspecto importante a tener en cuenta a la hora de llevar a cabo la instalación es que la habitación tenga una buena ventilación (toda combustión requiere de oxígeno). Si no hay buena ventilación habrá que realizar una toma de aire desde el exterior.
El mantenimiento de este sistema de calefacción se centra básicamente en hacer una buena limpieza. Una estufa que no está limpia será menos eficiente, por lo que habrá que gastar más combustible para conseguir caldear la vivienda.
Además, la falta de limpieza puede provocar revoques de humo hacia el interior de la casa, con las consiguientes molestias que ello genera.
Cada elemento de la estufa necesita de una limpieza diferente. Pero conviene recordar que cualquier tarea de limpieza y mantenimiento debe hacerse siempre con la estufa apagada y ya fría.
Al ser la madera el componente principal del pellet, su combustión da lugar a cenizas. Es recomendable revisar el estado del cajón de cenizas cada dos días y proceder a su vaciado. Dependiendo de la frecuencia de uso de la estufa habrá que ampliar o reducir la frecuencia de limpieza del cajón de las cenizas. Para que esta labor sea más sencilla es recomendable escoger un modelo que tenga cajón extraíble.
De forma semanal conviene hacer una revisión de la cámara de combustión. Verificando antes que la misma ya se ha enfriado. Si hay restos de ceniza se pueden eliminar con ayuda de un aspirador. La ceniza es tan pequeña que puede llegar a estropear un aspirador doméstico, por lo que nosotros aconsejamos contar con un aspirador únicamente para este tipo de tarea. Un sencillo aspirador de coche será suficiente.
Mantener el vidrio bien limpio es imprescindible para poder ver si la combustión se desarrolla con normalidad. Para hacer la limpieza hay que usar productos desengrasantes y no corrosivos, así como bayetas o paños que no arañen ni estropeen el cristal ni la pintura de la estufa.
Para la estructura exterior de la estufa lo más recomendable es usar productos no corrosivos y secar siempre bien las superficies para que no se vean afectadas por la humedad.
Al inicio o al final de la temporada es más que conveniente confiar en un profesional para hacer una limpieza en profundidad de la estufa, trabajando con aquellos elementos que no se limpian habitualmente. En este mantenimiento anual se limpian de forma profunda la cámara de combustión, el conducto de evacuación de humos, los motores y los ventiladores. También se verifican los mecanismos de cierre y los componentes electrónicos junto con la parte eléctrica.
Este sistema de climatización es en realidad un calefactor de fuego y por tanto hay que adoptar las mismas medidas de seguridad que cuando se utiliza una chimenea de leña cerrada. Estas estufas utilizan el sistema de ventilación para repartir el calor por la estancia.
Esto implica que la carcasa exterior no acumula demasiado calor, por lo que se puede tocar sin riesgo de sufrir quemaduras. El cristal, sin embargo, si suele estar bastante caliente, por lo que es mejor que niños y mascotas no se acerquen demasiado a él.
ESTUFASSi se advierte que la carcasa exterior está acumulando demasiado calor entonces es que algo va mal. Es posible que esté fallando la ventilación del aparato y el calor de la combustión no se pueda llevar hasta el exterior, aunque también puede ser que haya un fallo eléctrico o incluso que se haya puesto demasiada biomasa.
La seguridad es esencial en ese tipo de aparatos, y por eso cuentan con sensores que se encargan de desconectar automáticamente la estufa si se da un sobrecalentamiento. Lo que hace la estufa es cortar el suministro de aire al fuego para apagarlo, añadir más combustible al cenicero para tumbar el fuego, subir la ventilación a la máxima potencia para enfriar la máquina y por último apagarla. A la vez que todo esto se produce suele haber un aviso acústico que indica que algo va mal. No obstante, como el aparato tiene un sistema de apagado automático, lo mejor es no hacer nada y dejar que se apague sola.
El monóxido de carbono se produce por una mala combustión. Una acumulación excesiva en un lugar cerrado puede dar lugar a muerte por asfixia. Sin embargo, con las estufas de pellets no existe este riesgo. Los modelos actuales han sido diseñados para garantizar la máxima seguridad y cuentan con un sistema de detección de monóxido de carbono. Si el mismo comienza a acumularse la estufa se apaga de forma automática para que no haya accidentes.
Si vas a usar una estufa de pellets y quieres mejorar la seguridad, te recomendamos lo siguiente:
Nada te aporta más seguridad que el hecho de que la estufa haya sido fabricada en la Unión Europea o cumpla con todos los requisitos de homologación para ser usada en España. En estos casos lo barato puede salir caro, ya hay estufas fabricadas en China que son muy baratas pero que no cuentan con la debida homologación. Esto impide saber si de verdad cumplen con todos los protocolos de seguridad que se le exigen a este medio de climatización.
Por eso, el mejor consejo que te podemos dar si estás pensando en comprar estufas de pellets, es que escojas un producto de calidad, homologado y que te ofrezca todas las garantías. Valora lo que de verdad es importante y no bases tu decisión únicamente en un buen precio.
Cuando visites la tienda y mires las fichas técnicas de las estufas, ...