Instalar un friso de madera es una gran elección
Optar por el friso de madera para nuestras paredes es una de las formas más sencillas para re decorar y aislar nuestro hogar al mismo tiempo y por un precio muy asequible.
El friso de madera son lamas de unos 20cm de ancho y 2 metros de alto más o menos que vienen preparadas para unirlas entre ellas con un simple click, lo que facilita su instalación considerablemente evitándonos tener que llamar a un profesional. Este friso de madera podemos encontrarlo en diferentes acabados y diseños, pudiendo elegir entre una gran variedad que combine con el resto de decoración de nuestro hogar.
Además le daremos un aspecto totalmente renovado y nuevo a nuestras paredes sin complicaciones de pintar una y otra vez, eliminando el gotelé si lo deseamos o tapando imperfecciones que serían muy costosas de reparar. Pero no sólo eso, sino que además de darle un nuevo aire a nuestro hogar también lo estaremos aislando al mismo tiempo, creando estancias con temperaturas estables y ahorrando en calefacción y aire acondicionado en cada época del año, un factor muy a tener en cuenta a largo plazo según van viniendo las facturas.
Para instalar friso de madera en casa, lo primero que tenemos que hacer es dejar que las lamas de friso se aclimaten a la estancia donde van a ser instaladas, para ello las colocaremos tumbadas en el suelo y las dejaremos entre 24 y 48 horas que es el tiempo que necesitan para aclimatarse. Una vez ha pasado este tiempo ya podemos disponernos a instalarlas en nuestras paredes, para ello necesitaremos una serie de materiales sencillos de conseguir y muy económicos.
Necesitaremos rastreles de madera de 20 x 40 x 200 y clavos o chevines con los que fijar el friso a estos rastreles. También necesitaremos tacos y tornillos para poder fijar estos rastreles a la pared, ya que serán los que nos permitan dejar espacio entre las paredes y el friso para evitar condensaciones y conseguir un mayor aislamiento. Lo primero será fijar estos rastreles a nuestras paredes en posición horizontal con un espacio entre linea y linea de unos 50cm, además también deberemos dejar huecos a lo largo de cada tira para que el aire pueda moverse libremente entre los diferentes niveles de rastreles.
Una vez tengamos estos rastreles instalados en toda nuestra pared vamos a colocar la primera tira de friso de madera en posición vertical, lo ideal es empezar por una de las esquinas, y deberemos cerciorarnos de que está bien nivelada ya que será la guía de las demás tiras de friso. Cuando estemos seguros de que está bien nivelada vamos a fijarla con los clavos o chevines y ya podremos seguir poniendo las siguientes filas uniéndolas con un solo click y fijándolas igual que la primera tira. Recuerda dejar un hueco de más o menos 1cm entre el techo y el friso y el suelo y el friso, esto le permitirá expandirse y contraerse con la dilatación y contracción.
Cuando ya tenemos completada toda la pared sólo tendremos que rematarla con perfiles de techo y suelo o también llamados bizcochos para que no se vea esa junta de dilatación que hemos dejado arriba y abajo. Ya tienes instalado tu nuevo friso, ya sólo tienes que realizar el mismo proceso en todas las paredes salvando enchufes y pulsadores que podrás re-colocar en el friso con ayuda de una corona.