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Fabricación, Diseño e Innovación para tu Hogar

❤️ Compra tu césped artificial y accesorios

 

Comprar césped artificial es la solución más cómoda y a veces estética ya que permanece siempre en buen estado y con aspecto perfecto. No requiere apenas mantenimientos y dura mucho tiempo. Los fabricantes innovan y ofrecen soluciones realmente interesantes.

 

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Las claves del césped artificial

El césped artificial ha llegado a nuestros hogares para quedarse. Cada vez son más los que optan por instalarlo en sus jardines o terrazas. Las ventajas son muchas, hay tipos para todos los gustos y su mantenimiento es tan sencillo como barato. Si estás dudando en instalarlo y quieres conocer todo lo que le rodea, no dudes en seguir leyendo.
¡Empezamos!

¿Qué es?

Cuando hablamos de césped artificial lo hacemos de una superficie constituida a base de fibras sintéticas que imitan la hierba. Estas fibras se dividen en tres tipos según el polímero usado: polipropileno, polietileno y poliamida. Su origen, del cual hablaremos en detalle a continuación, tuvo lugar como solución a los problemas que daba el césped natural en estadios cerrados.

CÉSPED

Sin embargo, rápidamente ha dado el salto a las terrazas y jardines de no pocos hogares. No solo destaca como una gran superficie para el deporte, también lo hace como un elemento decorativo de primera categoría. Siempre presentará un verde radiante y un corte perfecto. Quizá esto sea lo que lo hace tan atractivo en decoración.

Breve historia

Para encontrar el origen de este material debemos remontarnos a principios del siglo pasado. La idea surge en la Inglaterra de 1910. Por aquel entonces se buscaba una moqueta fuerte y resistente para algunas escenografías que requerían de un mayor realismo. La solución la ofrece un investigador de la época a través del uso de piel animal. De esta manera se garantizaba la dureza frente a todo tipo de tratos. Aunque, cuando apareció el plástico, la piel cayó en desuso.

Sin embargo, el primero propiamente dicho fue creado por el Research Triangle Park en Estados Unidos. El producto fue instalado en una escuela de Rhode Island en 1964, pero su salto al público americano viene dos años después, en 1966, cuando fue instalado en el Astrodrome de Houston. Las razones para colocarlo en este estadio fueron de pura necesidad.

Historia del césped

La hierba no tardó en morir por la falta de luz constante y, como primera solución, se pintó de verde para que pasara desapercibida. No triunfó la idea y recurrieron a colocar la nueva hierba artificial. A partir de este acontecimiento, el nuevo césped fue llamado AstroTurf e incluso el nombre pasó a ser una marca. Curioso, ¿no crees? En estos primeros momentos no se lograba una imitación perfecta del césped natural como sí sucede hoy día. Además, los deportistas solían lesionarse más al encontrar una superficie tan dura que los frenaba en seco. El impulso definitivo vino en los Juegos Olímpicos de Montreal, en 1976, cuando el césped sintético se da a conocer al mundo entero y empieza su andadura hasta nuestros días.

Este campo multiusos fue pionero en los estadios cubiertos. En un primer momento, la hierba no sufrió, al ser el techo de cristal. Sin embargo, las molestias provocadas a los deportistas y espectadores fueron tantas que hubo que oscurecer el cristal.

Composición y estructura

Lo primero que debes saber es que cualquier modelo o tipo de césped sintético se fabrica de la misma manera. Algunos varían en ciertas características o especificaciones, pero en esencia no hay grandes cambios.

Partes

La parte exterior es la que imita a la hierba gracias a fibras realizadas en distintos polímeros. Entre estas se dispone una capa de bolitas de caucho que, junto a una capa subyacente de arena, sirve para amortiguar las pisadas. Además, no impide que el agua discurra hacia la última capa para drenarla y evitar que surjan charcos.

PARTES

Todo esto es sostenido por una capa de soporte o backing. A ella se cosen las fibras a diferentes distancias para dar una densidad u otra. Puede ser de una capa o doble y en ella se realiza el drenaje del agua con agujeros cada 5 o 10 cm. A modo de capa final, se dispone una que es elástica. Se coloca en el acabado del producto y evita que el backing se deshilache, con la consiguiente pérdida de las fibras. Como ves, la historia del césped sintético es curiosa y su estructura busca el mayor realismo posible, además de unas condiciones que permitan realizar cualquier deporte.

Composición del césped artificial

Ventajas respecto al real

Las ventajas, como ya decíamos al principio de la entrada, no son pocas. Incluso puede que encuentres alguna que te convenza para deshacerte del césped natural de tu jardín, aunque solo sea por no tener que arrancar un hierbajo más. Una de las primeras, precisamente, es la comodidad que ofrece. No tendrás que cortarlo, preocuparte de que una plaga lo destroce o de que una sequía te deje solo la tierra. Además, su mantenimiento es mínimo ya que solo necesita una limpieza de vez en cuando. Es perfecto para aquellas personas que busquen un sentido práctico a todas las cosas.

Ventajas del césped artificial

A raíz de la primera, el ahorro que supone contar con esta clase de césped es significativo. No vas a necesitar regarlo para que la hierba crezca, literalmente está y estará cosida al suelo; despídete por tanto de tener que pasar el cortacésped, la hierba siempre permanecerá a unos cómodos 25 o 45 mm, según decidas. Además, esa homogeneidad es un rasgo muy destacable y apreciado por su estética.

VENTAJAS

Su instalación es sencilla y rápida. Basta con colocar, estirar y unir las cintas de césped la una a la otra. No va a requerir de una gran obra que lo llene todo de polvo. En muy poco tiempo podrás admirar el verdor perfecto de la hierba. Otro punto fuerte a su favor es su respeto por el medioambiente. La tecnología y los materiales han evolucionado para eliminar los problemas ambientales que pudiera generar el cesped artificial. En muchos casos se usan materiales reciclados para su confección y, al no necesitar de un regado constante, no malgastarás ni una gota de agua. Por último, hay que destacar su gran resistencia al paso del tiempo y al uso. Seguro que has visto muchos céspedes naturales que en poco tiempo se pierden al pisarse con asiduidad. El artificial, con un mantenimiento mínimo, puede durar hasta una década en perfectas condiciones. Sin embargo, hablaremos de cómo mantenerlo más adelante en esta entrada.

Ventajas de césped artificial

Diferentes tipos que puedes encontrar

Los tipos de césped sintético que podrás encontrar son dos: el decorativo y el funcional. Primero vino su uso en el mundo deportivo y con el tiempo llegó a los jardines de las casas. Ambos son similares, pero sus características los distingue, según la función de cada uno.

Decorativo

Su uso ha sido orientado hacia el mundo del hogar y deportivo. No es raro verlo a día de hoy en terrazas y balcones, mucho menos a las afueras de los estadios para aportar una nota de color. Este tipo destaca por contar con fibras de varias tonalidades de verde. De esta manera adquieren una mayor belleza y naturalidad. Además, son suaves, tupidos y transmiten la sensación de la hierba recién cortada. Una pena que no puedan transmitir el olor de la naturaleza, pero quién sabe con el tiempo qué puede llegar a hacerse.
Disponen de una gran capacidad de drenaje. Al permanecer en muchos casos en exteriores, la capacidad para evacuar el agua de la lluvia es clave. Además, al pisarlo se tiene la sensación de estar sobre un prado. ¿Seguro que puedes quedarte sin tu césped sintético?

Funcional

Es un tipo de césped económico muy usado en zonas de poco tránsito. Da una apariencia distintiva allí donde es instalado y por esto aparece en todo tipo de ferias. Suele ser de un solo tono de verde, pero algunos no tienen capacidad de drenaje y por eso están destinados a interiores. Sus fibras son de pequeño tamaño, rondan los 5 mm. Si tu cartera no es muy abultada, esta puede ser tu elección.

Consejos para su limpieza y mantenimiento

Si bien el mantenimiento es mínimo, hay que mimarlo para que dure. Con unos cuidados básicos podrás alargar su vida útil durante años y permanecerá como el primer día. Aunque pueda resultar paradójico, es recomendable regarlo una vez cada dos meses.

No es que vaya a crecer nada, simplemente lograremos con esto aportar humedad a la capa de arena del césped. Con este acto lograrás mantener su frescura y naturalidad. Además, durante el verano rebajarás la temperatura de la superficie.
Siguiendo con la arena, esta puede llegar a desplazarse de su lugar original. El ir y venir de las personas y el viento puede llevarse parte de la arena. Es posible que llegue a concentrarse en algunas zonas, mientras otras se quedan vacías. Así que, llegados a este punto, deberás reponer la arena allí donde aparezcan huecos. Estarás manteniendo la homogeneidad del césped con este simple acto.

Algo muy importante es el cepillado de las fibras. Debe realizarse de manera periódica en sentido contrario al que están cosidas las hebras. Además, al cepillarlo podrás comprobar su estado y limpiar aquellos restos que puedan colarse entre las capas.

En lo tocante a colocar pesos encima, cabe decir que los muebles de jardín no deberían dar graves problemas. Lo mejor es no arrastrar objetos pesados o los mismos muebles, ya que se podrían arrancar algunas fibras y crear calveras. Sin embargo, para evitar que se apelmace será necesario cepillar la zona para que no permanezca chafada.

Por último, si te gustan las barbacoas en exteriores debes saber que el césped sintético es ignífugo. No obstante, no es indestructible. Si las temperaturas suben más de 80 ºC, las fibras comenzarán a derretirse y se estropearán de manera irreparable.

Limpieza

A la hora de seguir con los cuidados, hay que prestar atención a las tareas de limpieza. Ya te adelantamos que no son especialmente pesadas y se centran en eliminar las manchas. Casi como si tuviéramos que cuidar de una moqueta, las manchas deben retirarse lo más rápido posible. Algunas podrían llegar a solidificarse y estropear las hebras de manera definitiva. Con un poco de agua y jabón resultará más que suficiente para eliminar casi cualquier mancha. Hay que evitar el uso de productos fuertes como lejía o amoníaco que podrían decolorar las fibras.
Tanto si lo colocas en interiores como en exteriores se acumulará polvo y pequeños restos orgánicos. Aquí vuelve a entrar en escena un buen cepillado y pasar la manguera de tanto en tanto. Los filamentos permanecerán verdes y brillantes.
Las mascotas son totalmente compatibles con el césped sintético. No les va a provocar alergia u otros problemas. Sin embargo, es más que probable que crean estar en medio del campo y tengas que lidiar con más de un excremento. Al igual que con las manchas, hay que actuar rápido, eliminar la caca y limpiar cualquier resto que pudiera quedar. Incluso es posible usar un perfume higienizador que, aparte de dar un buen olor, evitará la proliferación de bacterias y que se instalen los insectos.
Por último, hay que tener cuidado con la acumulación de hojas en céspedes de exterior. Es recomendable usar un rastrillo para eliminarlas y evitar que se acumule materia orgánica. Además, no es aconsejable dejarlas como se podría hacer en un jardín natural. En este caso, no valdrán como fertilizante alguno y darán más problemas.

Conclusión

Como ves el césped artificial es la mejor opción a la hora de darle un cambio a jardines, terrazas o balcones. Da un toque de color, vitalidad y naturalidad, sobre todo hoy en día, cuando la emulación de la hierba es más que notable. Su mantenimiento no es tan complejo como el natural, tiene una gran durabilidad y su belleza estética es innegable.
Existe en diferentes tipos que se adaptan a los bolsillos de todos. También cuenta con formas y formatos distintos que encajan en cualquier lugar donde quieras colocarlo. La simpleza de la instalación es uno de sus grandes fuertes. No requiere de complicadas obras que lo ensucian todo y tampoco de mucha mano de obra. Podrás disfrutar de un cesped artificial en perfectas condiciones, casi sacado de una fotografía, durante años con una mínima inversión de tiempo, dinero y esfuerzo. ¿Aún estás dudando en ser la envidia del vecindario?